La dulce solidaridad del chocolate

La dulce solidaridad del chocolate

 

Así se podría resumir las Chocolatadas hechas todos los años, desde el 2.011 hasta el 2.017, en Palma de Mallorca. Jornadas solidarias para ayudar a la infancia en Senegal. La Granja Escuela «Es Burotell» se implicó desde el primer año en cedernos su espacio para realizar allí los encuentros con las familias asistentes. También empresas privadas contribuyeron a conseguir que aquellas mañanas fueran solidarias de verdad, ninguna de ellas nos cobró nunca nada.

Varios hornos contribuyeron a acompañar a la taza de chocolate con una buena porción de la típica y sabrosa ensaimada mallorquina. Además de ensaimadas chocolate y regalos se realizó año tras una subasta en la que cenas y noches de hotel eran los más deseados por el público adulto.

 

 

Desde talleres de plastilina y pintura de manos, hasta tirolinas y juegos con monitoras. Cuando uno empieza a montar un evento solidario no imagina toda la cantidad de grandes y pequeños detalles a tener en cuenta, sin embargo, mientras la fiesta ha empezado y aunque estés vigilando que todo salga bien, que no falte de nada en los talleres de juegos, que el sorteo de regalos empiece a una hora programada, es difícil no contagiarse la alegría y la ilusión de los niños.

Y entonces te das cuenta de que el juego y el chocolate pueden llevar esperanza a muchos kilómetros de donde estás. A un lugar muy diferente al nuestro, a uno en el que todo es más difícil, más pesado. A una pequeña casa cuna en Kaolack (Senegal).

Aunque las risas en Kaolack están también presentes no se oyen tanto, son más silenciosas. El motivo quizás esté claro para algunos y para otros muchos no lo estará, por eso queremos que la empatía esté presente en estas jornadas, que la solidaridad hacia quiénes más la necesitan quede en la cabeza de todos los que compartimos ese día dedicado al chocolate. Sino en la de todos sí en muchos de los que asistieron a alguna.

Eso es lo que intentamos conseguir en todos los eventos que hemos hecho y que retomaremos. Ponemos toda nuestra fuerza y energía para combinar diversión y concienciación ya que sin explicarle lo que pasa a los más pequeños el mundo seguirá igual y es necesario que cambie.

Trabajamos para que un mundo libre todavía de pobreza extrema se acerque a otro en el que el hambre es el pan de todos los días, trabajamos porque creemos que las cosas pueden mejorar, esa convicción es lo que nos ha hecho seguir en pie tras años complicados.

 

Nos quedamos con el dulce sabor azucarado del chocolate.

Desde aquí, la ilusión y el juego de cientos de niños han ayudado a que otros niños la tengan.

UNE-T

FUNDACIÓN UNES